Enlistan tratamientos para adolescentes con diabetes de tipo 2

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descargass222w2wwwwwwww.jpgSanto Domingo.- La alarma en salud que ha creado en los últimos tiempos el incremento de pacientes con diabetes tipo 2, sobre todo en poblaciones de adolescentes, en especial hispanos, ha ocasionado que se desarrollen diferentes mecanismos para tratar la enfermedad.

Uno de los cambios conocidos en la adolescencia es la relación entre el desarrollo de obesidad y su persistencia en edades más avanzadas. De hecho, estudios de trayectoria de obesidad muestran que las personas que tienen esta enfermedad en la adolescencia son más propensas a seguir presentándola a mayor edad, incrementando el riesgo de diabetes tipo 2.

Diversos estudios han mostrado que las personas a las que se les diagnostica diabetes durante la adolescencia poseen una progresión más agresiva en términos del desgaste a la célula beta del páncreas, lo que correlaciona con una diabetes de control más complicado y presentan un mayor riesgo para el desarrollo de complicaciones.

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Según la publicación del portal Medscape, los análisis del estudio RISE muestran que la resistencia a la insulina de los jóvenes es mayor, independientemente del grado de adiposidad comparada con los adultos, así como la sensibilidad periférica a la insulina. Por lo que estos cambios fisiopatológicos impactan de forma negativa su pronóstico.

De acuerdo con las recomendaciones del doctor José Gotés Palazuelos, dentro de las opciones terapéuticas disponibles para tratar la diabetes tipo 2 en adolescentes la primera es el establecimiento de hábitos saludables, considerando que este grupo etario debe involucrar al círculo familiar y social del paciente para generar cambios desde esos núcleos y que estos sean duraderos.

Gotés considera que la individualización en la alimentación y actividad física es clave, pensando en cambios que puedan mantenerse a pesar de la amplia disponibilidad de comida hipercalórica, tabaco y alcohol que usualmente son introducidos en esta etapa.

De igual modo, asegura que la metformina es un fármaco esencial para este grupo etario, ya que ayuda a la función renal adecuada y la ausencia de síntomas catabólicos por deficiencia de insulina.

El suministro de insulina es otra opción adecuada para los adolescentes diagnosticados con la enfermedad, que no logran las metas de control glucémico con metformina y cambios en el estilo de vida. Esta opción terapéutica puede ser considerada tanto en el contexto de insulina basal como de insulina basal-bolos.

De manera más reciente, los análogos del receptor de péptido 1 similar al glucagón (GLP-1), como liraglutida y exenatida de acción prolongada, han recibido la autorización para ser utilizados en esta población. Estos fármacos inyectables, el primero de aplicación diaria y el segundo semanal, generan una reducción entre 0,8% y 1% de hemoglobina glucosilada cuando se agrega a la terapia con metformina.

Por último, el doctor mencionó la cirugía bariátrica en pacientes con un índice de masa corporal de 35 kg con comorbilidades o igual o mayor a 40 kg sin comorbilidades. Esta opción ha mostrado reducir entre 25% y 30% el índice de masa corporal inicial, logrando efectos benéficos como la disminución de glucosa o incluso la remisión en diabetes de algunos pacientes.

Asimismo, el galeno lamentó que algunos fármacos antidiabéticos no han sido aprobados para su uso en esta población, por lo que sigue siendo una asignatura pendiente en el desarrollo de opciones terapéuticas.

Por Elvys Minaya

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