Diferencias cerebrales sugieren objetivos terapéuticos en cardiopatía

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descargawewewew.jpgReino Unido.- Un nuevo estudio ha identificado diferencias en el cerebro presente en pacientes con el trastorno cardíaco Síndrome de Takotsubo frente a exploraciones de control, lo que puede conducir a nuevos objetivos terapéuticos.

El Síndrome de Takotsubo es una miocardiopatía por insuficiencia cardíaca aguda que simula un infarto agudo de miocardio en su presentación, pero en la investigación, no hay enfermedad coronaria obstructiva presente. El síndrome, que afecta principalmente a las mujeres, generalmente ocurre después de un intenso estrés emocional o físico y se conoce como “síndrome del corazón roto”.

Los investigadores aseguran que no se comprende el mecanismo por el cual el procesamiento emocional en el contexto del estrés conduce a una lesión cardíaca significativa y a una disfunción aguda del ventrículo izquierdo. El estudio actual examinó los efectos estructurales y funcionales en el cerebro en pacientes con síndrome de Takotsubo para arrojar más luz sobre el tema.

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El autor principal, Hilal Khan, MB BCh, BAO, de la Universidad de Aberdeen, Reino Unido, explicó que los pacientes con síndrome de Takotsubo tienen una disminución sustancial de la función cardíaca y muestran un abultamiento apical del corazón.

“Las anomalías en el tálamo, la amígdala, la ínsula y los ganglios basales respaldan el concepto de participación de los centros funcionales de nivel superior en el síndrome de Takotsubo, y las intervenciones dirigidas a modularlos pueden ser beneficiosas”, expresó.

De acuerdo con el portal Medscape, el estudio se publicó en línea el 11 de enero en JACC Heart Failure, y sostiene que este síndrome es una condición relativamente nueva y se describió por primera vez en 1990 en Japón, se llamó así porque se pensaba que el corazón se parecía a la olla Takotsubo utilizada por los pescadores japoneses para atrapar pulpos.

Aunque es poco común, la condición no es rara. Khan estima que aproximadamente 1 de cada 20 mujeres con sospecha de infarto de miocardio resultan tener el síndrome de Takotsubo, y los casos aumentan en tiempos de estrés global, como en la reciente pandemia.

Asegura que si bien los pacientes tienden a recuperarse en unas pocas semanas y la función de bombeo del corazón generalmente vuelve a la normalidad, existen algunas complicaciones cardíacas a largo plazo, incluida una reducción de la tensión longitudinal global, y los pacientes tienen resultados a largo plazo similares a los de los pacientes con infarto de miocardio.

Precisó que ha habido un par de estudios publicados anteriormente que analizan los cambios cerebrales en el síndrome de Takotsubo, pero no informaron sobre pacientes en la etapa aguda de la afección y no compararon a los pacientes con los controles.

Para el estudio actual, los investigadores observaron escáneres cerebrales de 25 pacientes agudos de Takotsubo y en 25 controles emparejados por edad, sexo, comorbilidades y medicamentos. Todos los pacientes y controles fueron examinados utilizando el mismo escáner de resonancia magnética en el mismo hospital.

Los investigadores observaron muchos factores diferentes, incluido el volumen cerebral en diferentes regiones, el grosor cortical, la enfermedad de los vasos sanguíneos pequeños y la conectividad funcional y estructural para tratar de obtener una visión holística completa del cerebro.

Los hallazgos clave fueron que los pacientes con síndrome de Takotsubo tenían volúmenes cerebrales más pequeños en comparación con los controles emparejados debido a una reducción en el área de la superficie cerebral. Por el contrario, las regiones de la ínsula y el tálamo eran más grandes.

Sugieren que puede haber una pérdida de la inhibición parasimpática en el síndrome de Takotsubo, lo que encajaría con la teoría de que Takotsubo trae consigo una oleada de catecolaminas, que podría dañar el corazón.

Una posibilidad es que, bajo un estrés emocional significativo, el cerebro pueda desviar la función de algunas áreas a otras para poder sobrellevarlo, y que esto resulte en un funcionamiento reducido en áreas del cerebro responsables de regular el corazón, sugirió Khan.

En tanto que, los investigadores planean estudiar más a fondo estos marcadores y si sería posible modular estos cambios con diversas intervenciones, como el ejercicio o la atención plena.

Por Elvys Minaya

resumendesalud@gmail.com