Probióticos ayudan a disminuir depósitos grasos en hígado

Un nuevo estudio demuestra que el consumo de probióticos durante treinta días ayuda a disminuir la acumulación de grasa en el hígado.

Investigadores de la Universidad de Granada (UGR; España) y el Centro de Tecnología Global Hero (Alcantarilla, España), llevaron a cabo un estudio para evaluar los efectos de las cepas probióticas sobre la esteatosis hepática en ratas obesas. Los investigadores administraron tres cepas de la Colección Nacional de Cultivos de Microorganismos (CNCM) del Instituto Pasteur (París, Francia); Lactobacillus paracasei CNCM I-4034, Bifidobacterium breve CNCM I-4035, y Lactobacillus rhamnosus CNCM I-4036. 

Las cepas fueron administradas durante treinta días a ratas Zucker, que desarrollan obesidad debido a una mutación en el gen que codifica para el receptor de la leptina, una hormona que transmite una sensación de saciedad para el organismo. Los resultados mostraron que la administración de probióticos llevó a una acumulación de triacilglicéridos en el hígado, que fue significativamente menor que la que se produce en ratas alimentadas con un placebo. Las ratas alimentadas con probióticos también tenían valores séricos más bajos de moléculas proinflamatorias tales como un factor de necrosis tumoral, la interleuquina 6 y de lipopolisacárido (LPS). El estudio fue publicado en May22, 2014, en la revista PLOS ONE. 

“Las cepas probióticas redujeron la esteatosis hepática en parte por la reducción del LPS en suero, y tuvieron un efecto anti-inflamatorio en ratas obesas Zucker. Este es un paso hacia adelante en la lucha contra la enfermedad del hígado graso no alcohólico”, concluyeron el autor Julio Plaza-Díaz, MSc, y sus colegas del Instituto para la Nutrición y Tecnología de los Alimentos José Mataix en la UGR. “La enfermedad hepática no se puede curar con probióticos, pero sin duda estos microorganismos se pueden utilizar como terapia de apoyo en uso conjunto con otros tratamientos”. 

La enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA) se relaciona con la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico y puede responder a tratamientos desarrollados originalmente para otros estados resistentes a la insulina (por ejemplo, la diabetes mellitus tipo 2), tales como la pérdida de peso, la metformina y las tiazolidinedionas. Para la mayoría de la gente, no causa signos, síntomas o complicaciones, pero en algunos casos la grasa acumulada puede causar inflamación y cicatrices en el hígado, llamada esteatohepatitis no alcohólica, una de las principales causas de cirrosis hepática de causa desconocida. 

Los probióticos son microorganismos que proporcionan beneficios para la salud; son comúnmente consumidos vivos como parte de los alimentos fermentados, como el yogur, o en suplementos dietéticos. La introducción del concepto se atribuye generalmente al ganador del Premio Nobel, Eli Metchnikoff, quien en 1907, sugirió que: “la dependencia de los microbios intestinales a la comida hace que sea posible la adopción de medidas para modificar la flora en nuestro cuerpo y reemplazar los microbios perjudiciales por microbios útiles”.

Fuente: www.hospimedica.es