Tratamiento a pacientes de Artritis Reumatoide: el desafío del sistema de salud de Latinoamérica

consejos_artritis.jpg

consejos_artritis.jpgSan José.- Uno de los múltiples retos que la pandemia ha traído a América Latina y el Caribe, es poder mantener la sostenibilidad de tratamientos para pacientes con enfermedades crónicas.

En Costa Rica durante el estado de emergencia, varios han sido los llamados que han hecho las instituciones y gremios médicos a los pacientes para que se continúen tratando las  enfermedades como la esclerosis múltiple, el cáncer y la artritis reumatoide.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que “es vital que los países encuentren maneras innovadoras de garantizar que los servicios esenciales para las enfermedades crónicas continúen, aunque al mismo tiempo estén combatiendo la COVID-19”.

Le puede interesar:

Terapeutas anuncian extensión de curso

A pesar de esta advertencia del organismo internacional, la realidad es que el 25 por ciento de las personas que padecen Artritis Reumatoide en la región, suspendieron sus tratamientos a causa de la pandemia.

Esto, según un estudio realizado sobre el impacto de la pandemia en pacientes latinoamericanos con enfermedades reumáticas, mencionado por el especialista Daniel Fernández, reumatólogo del Hospital Universitario San Ignacio de Colombia, a la prensa de ese país.

De acuerdo con los datos de este estudio, el confinamiento ha sido un factor determinante para que los pacientes dejaran de tomar sus tratamientos, sumado al temor a salir de sus casas y por la menor disponibilidad para visitas médicas en los centros de salud, a causa de los casos de COVID-19.

Le puede interesar:

ASOVI se une a la lucha contra el cáncer de mama

En ese sentido, se espera que el año 2020 sea el punto de quiebre reflexivo, para alcanzar regulaciones que incentiven la introducción de opciones innovadoras, que permitan asegurar el abastecimiento necesario de tratamientos para pacientes de Artritis Reumatoide y otras enfermedades crónicas de alto costo.

Sobre esto último, en aras de mejorar la disponibilidad de tratamientos biológicos y de contribuir con una mejor gestión del gasto público en salud, muchos destacan que los medicamentos biosimilares se presentan como una alternativa oportuna.

Estos, cuentan con igual efectividad clínica que los biológicos de referencia, según ha sido avalado por organismos de regulación farmacológica como la EMA en el continente europeo y la FDA de Estados Unidos.

En nuestra región, los medicamentos biosimilares son ampliamente distribuidos en otros países de América Latina, como México, Brasil y Argentina.

Estas naciones vecinas, han aprovechado la oportunidad que ofrecen los biosimilares para reducir los gastos públicos en salud, asunto que adquiere mayor relevancia en momentos de crisis económica.