Santo Domingo.- El inicio de la segunda década del Siglo XXI está caracterizado por múltiples crisis a nivel global, entre ellas crisis sanitaria, inflación, energética, inseguridad alimentaria y el repunte de la pobreza a nivel mundial.
La humanidad experimentó un apagón de la economía global, cuando se cerraron las fronteras de todos los continentes, para intentar frenar la propagación del virus SARS-CoV-2, esfuerzo que fue en vano por la interconexión global, por lo que se ha ponderado como necesaria la diplomacia de salud.
La diplomacia de salud, la OMS define como un campo emergente que une las disciplinas de salud pública, asuntos internacionales, gestión, derecho y economía, dirigidas a negociaciones que impactan las políticas globales de salud. Participando activamente en los foros internacionales, organismos de cooperación y relaciones con otros ministerios de salud.
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La Revista The Lancet, 21 de abril 2007, está la “Declaración Ministerial de Oslo: salud mundial: una cuestión apremiante de política exterior de nuestro tiempo”, firmado por los Ministerios de Relaciones Exteriores de Brasil, Francia, Indonesia, Noruega, Senegal, Sudáfrica y Tailandia”. 20 de marzo 2007.
Esta iniciativa mundial sobre política exterior, los ministros rubricaron la declaración de Oslo, “En la era actual de globalización e interdependencia hay una necesidad urgente de ampliar el alcance de la política exterior. Juntos, nos enfrentamos a una serie de desafíos apremiantes que requieren respuestas concertadas y esfuerzos de colaboración. Nosotros debemos fomentar nuevas ideas, buscar y desarrollar nuevas asociaciones y mecanismos, y crear nuevos paradigmas de cooperación. Creemos que la salud es una de las más importantes, todavía ampliamente descuidada por la política exterior…” cerramos la cita. DOI: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(07)60498-X
República Dominicana debe considerar la salud, como parte de la política exterior y montarse en esa ola diplomática, por múltiples factores, entre ellos que comparte frontera con otra nación, y es de capital importancia mantener una diplomacia de salud, para negociar acuerdos y tratados, que definan la cooperación y responsabilidades de cada país, en materia sanitaria, dándole principalidad a los temas epidemiológicos y responsabilidades asistenciales de sus ciudadanos.
Hay que participar en la gobernanza de la salud global, la formación de diplomáticos en el área de la salud es una iniciativa muy auspiciosa, en el caso muy particular de República Dominicana que es un destino turístico con un privilegiado posicionamiento en la región Centroamericana y el Caribe, para fomentar el “Turismo de Salud” que es una industria generadora de divisas.
El turismo de salud es definido por la Organización Mundial de Turismo (OMT), “el turismo de salud abarca aquellos tipos de turismo cuya motivación principal contribuir a la salud física, mental o espiritual mediante actividades médicas y de bienestar”. Hay muchos destinos que presentan diferentes ofertas de medicina especializadas, medicina estética, medicina oncológica y de diferentes especialidades, incluyendo los Wellness, clínicas de bienestar.
Medicina Turística, se define como los servicios de atención prehospitalaria y hospitalarios que se prestan a turistas frente a cualquier contingencia médica.
El turismo de salud, según Medical Tourism Association, genera alrededor de 100 mil millones de dólares al año.
La República Dominicana ocupa el lugar # 19 en el ranking de turismo a nivel mundial, en el índice de Turismo Medico elaborado por International Healthcare Reserch Center (IHRC), con la colaboración de la Medical Tourism Association (MTA), que mide el atractivo de un país como destino de turismo. El número en el ranking es Singapur, Sólo Costa Rica supera a la RD de los países Latinoamericanos, que está en el séptimo lugar.
El presidente de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud (ADTS), Alejandro Cambiaso, expresó que en el año 2018 se recibieron 117,525 pacientes divididos en dos categorías, turismo de salud 47,725, y medicina turística 69,550 pacientes, esto representó un ingreso en el año 2018 de RD$13,305,448,000, los servicios más demandados fueron odontología, cirugía plástica, ortopedia, cardiovascular, tratamientos oncológicos, infertilidad, pérdida de peso, chequeo médico general, oftalmología y urología, según el Dr. Cambiaso, quien es especialista en Turismo Médico, miembro de múltiples organizaciones nacionales e internacionales. Fuente de la información: Revista Mercado 5 de julio 2022.
Indiscutiblemente, el Turismo de Salud, tiene un amplio horizonte en nuestro país, por su posicionamiento en la industria del turismo a nivel mundial y la calidad de los servicios médicos, a la vez puede hacer una importante contribución al PIB.
El Turismo de Salud, puede ser asumido como una política de Estado, y en tal virtud instruir a los consulados, embajadas, oficinas de inversión extranjera en el exterior y oficinas de turismo deben convertirse en promotores de las bondades que ofrece el país en materia de Turismo de Salud.
Finalmente, en esta era de innovación y cambios de paradigmas, instamos al Ministerio de Salud Pública y Ministerio de Relaciones Exteriores a formar diplomáticos en salud, es un campo de trabajo amplio en el servicio exterior, ministerio de salud y en el área de Turismo de Salud que implementa el Ministerio de Turismo de República Dominicana.
Por Willians De Jesús Salvador
Médico Endocrinólogo y Nutricionista, ex embajador dominicano en Alemania y analista de política global.
