¿Es posible imprimir órganos? Bioimpresión 3D abre el camino

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bioimpresion-2-640x443.jpgEspaña.- Con el desarrollo de la impresión 3D los científicos empezaron a plantearse si sería posible hacer lo mismo con un órgano vivo, con la finalidad de lograr órganos por  bioimpresión 3D realizados con células propias en lugar de esperar a un donante compatible.

Actualmente, aumenta el número de personas en la lista de espera por un órgano, mientras que el número de donantes es limitado, es por ello, que los científicos consideran que el desarrollo de la medicina regenerativa y del uso de la bioimpresión 3D es una necesidad cada vez más apremiante.

En información publicada en https://naukas.com/ se conoce que con la tecnología de bioimpresión 3D se podrían fabricar órganos con las patologías de cada paciente para probar los diferentes tratamientos y estudiar su eficacia y sus posibles efectos adversos antes de probarlos directamente en el paciente. Es decir, se podría crear un modelo perfecto e individualizado de cada persona para el testeo de fármacos.

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Por un lado hay que conocer bien la estructura del objeto/órgano que se quiere bioimprimir. Y en segundo lugar, es fundamental la tinta, o en este caso biotinta, que es el material con el que se va a imprimir.

Se afirma que cada órgano está compuesto por infinidad de células, todas con ADN, pero cada una con su propia función. Además, las células se encuentran sumergidas en lo que se denomina “matriz extracelular” que es el material que las mantiene unidas y que proporciona las propiedades físicas necesarias al órgano.

Para obtener las células necesarias para fabricar la biotinta, es necesario realizar una pequeña biopsia en el paciente. Se trata de un procedimiento poco invasivo ya que estas células se pueden obtener por ejemplo, de la piel.

El desarrollo se da debido al descubrimiento del prof. Yamanaka, premio Nobel de medicina en el 2006, añadiendo diferentes factores y moléculas a casi cualquier tipo celular proveniente de un paciente adulto, se puede  convertir en otro tipo celular de él mismo. Es decir, a partir de células de la piel se puede obtener, por ejemplo, células de riñón o de corazón.

La ventaja de este proceso es que las células que se obtienen tienen el ADN de las células de las que provenían, por lo que serán reconocidas como propias al ser injertadas en el paciente y no se desencadenará una reacción de rechazo.

Por otro lado, se está trabajando en el desarrollo de materiales que puedan imitar las propiedades de la matriz extracelular de cada tejido. Necesariamente tienen que ser materiales no tóxicos y biocompatibles para evitar ser rechazados por el sistema inmune.

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